... ... ... ... Gatos, gatos, gatos...

miércoles, 2 de enero de 2008

EVOLUCIÓN DE LOS FELINOS

La historia evolutiva de los felinos persistía rodeada de misterio, dadas la escasez y semejanza de sus restos fósiles. Pero gracias a los avances en la investigación genómica se ha logrado construir el árbol genealógico de los félidos.
Las pruebas de ADN muestran que todos los felinos actuales descienden de un depredador parecido a la pantera. Que medraba por el sudeste asiático hace 10,8 millones de años. Los grandes felinos rugientes fueron los primeros en diferenciarse unos de otros; más tarde aparecerían otros siete linajes.
Las fluctuaciones del nivel del mar favorecieron la colonización de nuevos continentes y la aparición de nuevas especies de felinos
En el próximo Oriente se domesticó un gato salvaje y pequeño hace entre 10000 y 8000 años.
A pesar de su éxito evolutivo la mayoría de los felinos, con excepción del gato doméstico, se halla hoy en peligro de extinción. (revista Investigación y Ciencia, Nº 372, sep. 07)

2 comentarios:

Zeta dijo...: No es muy informativo esto que digamos... nisiquiera explica de donde desciende el guepardo...; 22 de marzo de 2008, 16:27
Anónimo dijo...: marceeeela!. ajaj. por fin el pude comentar, soy lourdes de ohiggins y a mi si me parecio informativo :) nos vemos el miercoles, o el joeves :s. con tanto cambio estoy mareada. jaja. en fin, nos vemos!; 24 de marzo de 2008, 8:42

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Sam se fue al Cielo Felino una mañana gris del 30 de junio del año 2000. Había estado casi 10 años con nosotros, no sabíamos su edad, lo adoptamos ya grande, quizá dos, tres años según la veterinaria, o quizá más porque ningún veterinario entendió bien a Sam.
Era exagerado en sus dolencias, gritaba como loco ante algún malestar y a veces sólo era un vómito de una pequeña bola de pelos. Pero ese día fatal, nos pasó como la historia del pastorcito José. Llamamos a la veterinaria y no nos creyó la urgencia. En realidad nosotros también pensábamos que sólo era otra una bola de pelos, “cuando la despida se le pasará”. Pero no fue así. Él estaba mal de verdad, en sus últimos segundos vimos la angustia en sus ojos y luego un maullido lastimero al querer salir huyendo hacia la puerta que daba a su jardín, allí cayó y ya no lo pudimos hacerlo reaccionar. Justo llegó la veterinaria a hacerle masajes cardíacos y colocarle inyecciones, pero Sam ya se había ido. Quiso hacerle autopsia, investigar su muerte, ya no tenía sentido. El cuerpo de Sam se enterró en su jardín preferido. Ahora lo acompaña Tino (de apodo Coprolito) el gatito que Sam había adoptado y que murió en febrero de 2007, también de ese tipo de muerte inexplicable que se lleva a nuestros gatos. Quedó como dormido donde tomaba sol por las mañanas. Al ir a despertarlo porque era mediodía y se cocinaría si seguía durmiendo al sol, comprobé con horror que Tino estaba duro, ya no sentía el sol, ni el calor, ni el frío, ni el dolor de sus encías de gatito envejecido. Se había ido a jugar a las escondidas con su viejo amigo gatuno y a subirse al regazo de su mejor amigo humano, Ricardo, que lo siguió a Sam en diciembre del 2001.